Estos últimos días de vacaciones resultaron más productivos de lo que esperé. Mucho más que el mes que ya había pasado sin hacer nada. No es necesario formar una empresa o dedicarte a producir lo que sea q se produzca durante horas para considerarte productivo. Basta con despertar de un profundo sueño, darte cuenta de algo que tenías miedo de enfrentar, reconocer lo bueno y malo de la situación actual para poder cambiar. Yo lo hice. Tarde, pero lo hice. De haberlo encontrado antes me hubiese ahorrado mil problemas, pero a lo mejor debía reafirmar mi creencia de que todo pasa por algo. El ser humano es un ser de acción-reacción y a veces se necesita una fuerte dosis de acción para que llegue cojeando la reacción.
La historia de mi descubrimiento basicamente comienza con una fuerte dosis de autoestima y termina con las ganas de creer en mi misma. No, no lei ningun libro de autoayuda. Esto es asi porque asi tiene que ser. Me creo lo suficiente para decir que mi descubrimiento puede ayudar a muchos. O a nadie, eso es lo de menos. Lo importante es que me ayudó a mi. Va así:
De pequeños nos enseñan lo que está bien y lo que está mal. Nos dan un previo concepto de los buenos y malos; en cuentos, novelas, libros, guerras en la historia del mundo, etc, etc. Todos mundos creados con un bueno, un malo, un ganador y un perdedor. Pasamos el tiempo pensando que si nos pasa algo malo es por culpa de alguien: de nuestros padres, profesores, amigos, vecinos y hasta de nosotros mismos. Por inercia buscamos culpables en los que puede recaer lo que inició un mal acontecimiento. Así sucede siempre hasta que terminamos culpando a todo aquel que pasa por nosotros o, en el caso de la baja autoestima, terminamos culpandonos a nosotros mismos. Muchas veces he escuchado a mis amigas quejarse de sus novios y hasta yo misma lo he hecho. Nunca se escucha un "bueno, ya pasó y adelante". Puede ser que se diga, pero siempre va acompañado de un: "porque fui tan tonta" o "si, pero el imbecil es él". Así sucede y ni nos damos cuenta.
No es asi pues, no hay malos ni buenos. Somos personas, seres humanos que actuamos segun una acción y simplemente reaccionamos. No se trata de juzgar para ponernos de nuestro lado y dejar que el otro asuma la culpabilidad. Ni mucho menos juzgarnos a nosotros porque a menos que exista una maquina del tiempo con la capacidad de nunca malograrse entonces podriamos lamentarnos de cada acción que hacemos. He terminado muchas relaciones y tengo que admitir que muchas veces las termine diciendo "es que era un imbecil". No, yo si los quise en su momento y el motivo de la ruptura fue incompatibilidad de caracteres. Es eso. El miedo. Y ahi pasamos a otro tema que terminara por aclarar lo que quiero decir.
Nos juzgamos tanto a nosotros mismos y muchos son capaces de echarnos en cara cada cosa que hacemos que nos hemos llenado de miedos. Miedos razonables y miedos absurdos. Vergüenzas inimaginables y además excesivamente injustificables. No deberíamos tener miedo de terminar una relación si ya no queremos más a la otra persona, si nos dejó de gustar o si nos empezó a molestar. Creemos que seremos los malos de la película si los terminamos sin ninguna explicación sacada de telenovela. Noticia de ultima hora: a la larga peor será. Tenemos miedo de invitar a salir a alguien, de decirle: "me gusta tu peinado, me gusta tu ropa, me gustas". ¿Vergüenza?, Vergüenza solo para robar. Para ser nosotros mismos no deberíamos ni pensar en tenerla.
Agarre el tema de las relaciones porque no soy escritora y lo primero que se me ocurrio fue eso pero, esa vergüenza existe en todo. Dejamos de usar algo simplemente porque los demas nos dicen que está mal, no llamamos a alguien en las vacaciones porque pensara que quiero ir más allá. Y ahi va mi tercer tema y a la conclusion a la que llegue: Por empezar a juzgar mal, por ejemplo sucede que algunas amistades no llegan a consolidarse.
Despues de estos días me di cuenta que todo el tiempo había estado atrás de un chico que consideraba atento, lindo y creia que esa era la razón por la que me gustaba. Luego me di cuenta que todo eso no tenía sentido. No me puedo proyectar a lo que va a pasar o no con alguien si ese alguien no sabe por lo que yo estoi pasando. Y si no lo sabe aún es porque no se me ha antojado decirselo, porque no hay la suficiente confianza. Entonces me di cuenta que sólo resulta ser unas ganas locas de llenar el vacio de las lineas punteadas en el: me gusta....... No necesitamos depender de nadie para estar bien. Puede no gustarme nadie y puedo estar bien así. Si me quiero arreglar un día y al otro no tiene que ser porque se me dio la gana y no solo porque EL estará ahi. No me parece. Y lo acabo de descubrir, porque antes, tengo que admitirlo, me ilusionaba con el primero que me preguntaba la hora. Vivia en un mundo PARA. Si, un mundo para el que me gustaba, para el que diran mis amigos, para el que no se molesten mis papas, etc etc. Ahora me di cuenta que solo haciendo lo que nosotros queremos y respetamos lo que nos rodea podemos estar sinceramente tranquilos.
Decidí que las poses que inventamos diariamente solo estaban desgastando mi nivel de creatividad que ya llegaba por limitados flujos. Emocionarme por señales que no existían de alguien que creia gustarme solo afectaban mi ego porque de una u otra forma no existian culpables que yo imaginaba. El no estaba coqueteando conmigo como parte de un plan malefico sacado de un libro de villanos. No, el no era el culpable. Tampoco yo. Si quiero algo, y lo quiero de verdad, llegará solo. Como cuando compras algo y cuando pagas en la caja te dicen que estaba en descuento o algo así. Nuestros descuentos llegan porque en el flujo de las cosas malas que pasan no esta permitido sobrecargarse, asi que de todas maneras llegan las cosas buenas.
Estos días aprendí que todo debe hacerse porque así lo creemos. Me di cuenta que vivía aferrada a una ilusión que hacía que perdiera la cabeza si se alejaba. Imposible. Me di cuenta que el sentido comun solo lo encontramos cuando dejamos las poses. Si encuentras algo desordenado lo más cuerdo es ordenarlo. Si hay una acción hay una reacción, si forzamos una reacción, las consecuencias serán mayores. No hay malos en esta historia, solo malas consecuencias y personas que posando las ocasionan.
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